News and Announcements

14 nov 2010

La piedra en el zapato.


(1 Samuel 17:4; 26 y 37 RV60)

No todos los finales deben ser iguales. Podemos cambiar realidades.

Cada uno de nosotros tiene un filisteo como Goliat rondando, abatiendo, esparciendo desaliento y provocando a su alrededor. ¿Cuántas veces te propusiste apartarte de un mal hábito en tu vida que te hace sentir avergonzado delante de Dios? ¿Cuántas veces lo intentaste y te sentiste triste, abatido, fracasado porque volviste a caer de nuevo? ¿Cuántas veces has tenido que enfrentar una situación conflictiva y en vez de salir airoso y victorioso, terminaste enredado en una discusión estéril y sin rumbo soportando los insultos, el maltrato y las provocaciones humillantes del Goliat de turno?

A diario me encuentro con un filisteo en mi vida, ¡todos lo tenemos!, seguramente -tú que me lees- también. Ahora bien, Pablo dijo en su carta a los Romanos:

"No te dejes vencer por el mal. Por el contrario, vence al mal, haciendo el bien" (Rom 12:21)

Dios nos pide "soportar" y tener "paciencia" los "unos con los otros" (Col 3:13), cosa que me parece, en extremo, bastante difícil de ejercer con determinado tipo de personas, sin embargo, no es imposible, pues Pablo nos regala (y confirma) una increíble promesa:

"Querido hermano, nunca tomes venganza. Déjasela a Dios porque Él a dicho que castigará a los que se lo merezcan" (Rom 12:19)

¡Wohooooooooo!


Carla G.
Read

1 nov 2010

Hoy sí, mañana no...


"Mejor es la tristeza que la risa, porque cuando el rostro está triste el corazón puede estar contento..." (Ecl 7:3)


Mirando “sus ojos” me di cuenta de la importancia de decir lo que realmente debía decir. Recordando “momentos” me di cuenta que el tiempo no va a esperar por mi.

A veces es mucho más fácil creer que el tiempo enmendará el trabajo que es sólo para nosotros. Yo creí que callar no estaba mal, y ahora con su partida sé que debí decir tanto.

Cuando elevo la mirada buscando una razón que justifique mi silencio, sólo puedo ver que él no está, y que pude haber hecho más...

...

Vivimos en un mundo de necesidades e incredulidades, donde ya nadie cree en nadie y cada quién vive lo que “cree” a su manera. No hay quien tenga derecho a intentar interferir en opiniones.

El salmista David dijo; “No hay quién entienda, no hay quién busque a Dios” (Rom 3:11). Y es que, ningún hombre natural busca a Dios por quién es, sino por lo que puede hacer, pero realmente pienso que más allá “de”, nadie va detrás de alguien que no conoce.

Si nos atreviéramos a hablar la verdad, a presentar a Dios, tal y como es… Si todos supieran lo que es un estilo de vida distinto con menos palabras y con más hechos; probablemente hoy esta historia sería distinta.

"Todas las cosas son puras para los puros, mas para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas". (Tito 1:15). 

¿Por qué? ¿Acaso si conocieran a Dios... Sintieran o entendieran para qué fueron creados... no habrían de equilibrar sus pensamientos y acciones?

Si pudiéramos hablar más de lo que callamos, y callar más de lo que hablamos, seríamos hacedores y promotores de realidades impactantes...

«Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes» (Tito 2:6) 
¿Por qué esto es tan importante? Sencillamente, porque es en la juventud cuando la vida del hombre corre más peligro. Es un tiempo en donde encontramos la mayor inmadurez.

Charles Spurgeon, (el pastor inglés conocido como el “Príncipe de los Predicadores”) dice que los jóvenes:

"Están llenos de ánimo, son muy optimistas, aptos para ser llevados por novedades; exhórtenlos a tener aquello que se cree es virtuoso de la edad, es decir, sobriedad. Enséñenles a ser viejos cuando son jóvenes para que sean jóvenes cuando sean viejos"



Hoy sí (estamos), mañana no (estamos)... ¡No hay tiempo para perder el tiempo!

It's necessary to give for free what we receive by grace!!!




I'm Sorry friend, I know I should tell you more...
CarlaG.
Read

About

Social Links