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6 abr 2015

¿Relaciones sólidas o conflictivas?


En estos días me he preguntado la razón por la que en medio de una conversación alguien en tono irónico infiere: "Es que tú eres así, no esperes menos de mí". Me hace pensar en dos cosas:

1) La falta de personalidad de alguien para poder elegir una actitud diferente a la que está expuesto (a).
2) La poca o ninguna capacidad de identificar en otros virtudes dignas de imitar.

A veces, aun en el liderazgo, cometemos esta clase de errores. Suele suceder que no desarrollamos el potencial de relacionarnos de manera eficaz. Vamos por la vida reaccionando, y quizás nuestros seguidores han reforzado ese aprendizaje a causa de nosotros. Hemos aprendido a sobrellevar malas relaciones, sin entender que sobrellevar este tipo de situaciones no significa avanzar, sino "mantenerse; y por ser una situación de naturaleza estática sólo nos lleva a reaccionar".

Gerald Ford dijo una vez: "No hay nada más importante en la vida que la capacidad de relacionarse de una manera eficaz".

Para saber si hemos cultivado relaciones personales sólidas con otros hay muchas características que pudiera compartir y que muchos expertos han estudiado ya, pero hoy sólo hablaré de una: respeto.

Esta palabra es poderosa. Vital. Necesaria. Una herramienta de alcance global. Quise indagar en el diccionario sobre su significado y encontré dos definiciones que llamaron mi atención rápidamente:

● "El respeto sucede cuando una persona mantiene relaciones amorosas con otra".
● "Respeto son manifestaciones de acatamiento que se hacen por cortesía".

Cuando de relaciones personales se trata, todo empieza con el respeto. Quizás por no estar conscientes de esto es que cometemos tantos errores y tantas relaciones con un futuro brillante terminan en el bote del olvido.

Es muy probable que nuestro enfoque se anteponga a acrecentar la confianza creyendo que ésta es la mayor cualidad de una relación, pero la verdad es que cuando respetamos a las personas realmente estamos en posición de cultivar la confianza. Saltarnos ésa característica nos puede costar mucho.

Recuerda que la esencia del liderazgo está radicada mucho más en la relación que en la posición. Por eso, repasemos la brillante idea de John Maxwell:

"El detalle en cuanto al respeto es que usted debe mostrarlo a los demás, incluso antes de que hayan hecho algo para merecerlo, sencillamente porque son seres humanos. Pero al mismo tiempo usted siempre debe esperar habérselo ganado de los demás, y el lugar donde más rápidamente lo gana es sobre terreno difícil".

De esta manera, veo mucho más efectiva la idea de vivir actuando con "respeto" a otros sobre la base del amor que únicamente de la mera cortesía.

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