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11 nov 2013

¿Quién está equivocado: El corrector o yo?



Todo aquel que tenga un teléfono inteligente y éste posea corrector de letras debe haber experimentado el enviar algún mensaje con una palabra que JAMÁS se le hubiese ocurrido escribir.

Este hecho ha desatado chistes como los siguientes:
"Ok: — Papás.
Oki: — Es gay.
Okay: — Se cree gringo.
Oklahoma: — tiene un iPhone".

A mi me ha ocurrido muchísimas veces, sobre todo porque escribo súper rápido y envío de inmediato el mensaje, la mayoría de los casos sin leer con atención (en el fondo, me las doy de malandra con el diccionario/corrector creyendo que tengo todo bajo control).

Recuerdo una vez que hablaba con una de mis mejores amigas, y le escribía con bastante cariño que la extrañaba muchísimo (vivimos en el mismo país, pero desde hace un tiempo en diferentes ciudades), y bueno, fue de esos testamentos que uno se lanza en tiempos de añoranzas.

Luego de haber escrito cualquier cantidad de palabras, y justo al despedirme, coloqué: "TE AMO MUCHÍSIMO, NÉSTOR", y SEND (Enviar)... Jajajaja aunque no pude ver su cara, sí pude imaginarme cuál fue jajaja y por supuesto el chalequeo (Burla aplicable entre una o más personas hacia otra) no fue nada normal.

¿Pero qué les puedo decir? Yo escribí "Besos", y el corrector percibió que "Néstor" iba mejor con el asunto.


MORALEJA: A veces enviamos un mensaje con una sola y única intención, con una única verdad; y el resultado es: un error garrafal.
Por suerte yo hablaba con mi mejor amiga, pero y ¿si hubiese sido alguien del trabajo, o alguien más?
¡Mejor pensar, y leer y releer antes de "enviar"!
¡Hay que tener respeto por la gramática, pero el corrector de los teléfonos inteligentes no le tiene respeto a uno! Sin embargo, pa'lante finjamos demencia.

#WhateverCarla

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