Es
impresionante el poder y el efecto que puede tener una sola persona. Por un
solo voto (5 a favor y 4 en contra) el Supremo Tribunal de EE.UU decidió
aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo en todo el país.
En
Estados Unidos solo 36 estados permitían el “matrimonio gay”, y otros 4 estados
fueron demandados por 14 parejas homosexuales al no reconocérseles – aun y
cuando se hayan casado en estados en donde está permitido este acto – sus
derechos constitutivos.
Por
supuesto, como era de esperarse, esta noticia conmocionó el continente
americano (y muy probablemente al mundo), y en sólo segundos las redes sociales
fueron abarrotadas de cualquier cantidad de mensajes, imágenes y videos a favor
y en contra.
Titulé
este post “¿De verdad? ¿En serio ganó el amor?” debido a la etiqueta que muchos
publicaron: #LoveWins, y que particularmente usó el presidente Obama – ojalá
que no por meros asuntos de política – en su cuenta de twitter, minutos después
de conocerse este hecho.
Ahora
en contexto, me pregunto aun sin hacer conjeturas legales, filosóficas,
humanistas o religiosas… ¿De verdad? ¿Ganó el amor? Quisiera entender a qué le
llaman amor. Saber el porcentaje de matrimonios gays que terminan sus días
felices y sin divorcios. Sería bueno cuantificar la promoción de valores que
una unión de este tipo (y muy del modernismo – aunque muchos quieran hablar de
antigüedad) deja a la sociedad.
¿Ganó
el amor? ¿Eso significa que habrá más personas ayudando a su prójimo,
amándolos, sirviéndoles y dejando a un lado sus intereses por los comunes?
¿Quiere decir que más personas escucharán más antes de hablar e invertirán su
tiempo en otras?
¿Ganó
el amor o el sistema político de los EE.UU? (PD: Esta pregunta sonó socialista
¿verdad? … I’m sorry, es la costumbre por la polarización en Venezuela).
Un
abogado me dijo: “Desde el punto de vista ‘legal’ es justo que se dé esta
permisiva ya que la igualdad es un derecho. Sin embargo, la constitución dice
que el matrimonio es entre un hombre y una mujer, no entre dos personas del
mismo sexo. Por otra parte, desde el punto de vista de la ‘moral’ es lógico que
exista un choque de ideales, debido a que los valores se anteponen a la
justicia”.
¿Todo
esto significa que las personas de EE.UU. podrán vivir y sacrificarse por
otros? ¿Amarán sin envidia? ¿No se jactarán por el “amor” que dan? ¿Su “amor”
no se envanecerá? ¿No harán nada indebido? ¿No buscarán sus intereses propios
primero?
Será
que ¿ya no se irritarán? ¿No guardarán rencor? ¿Ya no se gozarán de la
injusticia, sino de la verdad? ¿Todo lo sufrirán por amor? ¿Todo lo creerán en
nombre del amor? ¿Esperarán lo que sea por amor? ¿Van a soportar lo que sea por
amor?
No
sé qué piensas sobre este tema pero, si luego de “4 décadas de lucha” por fin “ganó
el amor”, entonces nos tardamos demasiado tiempo en entender lo que realmente
significa el amor. Si piensas que escribí todo esto solo para decirte que están
en un gran error; tienes razón. Al final, creo que lo que de verdad ganó fue el
libertinaje antes que la “libertad”. Sólo el que conoce la verdad puede ser
realmente libre.
“Y
conocerán la verdad, y la verdad los hará libres”. (Juan 8:32)