Siempre he detestado los bancos, pero hay días donde parece que las experiencias son peores que las anteriores ¡Y esos días pienso que sólo me tocan a mí! (Aunque todos ustedes me digan que hacen sus gestiones en Cadivi).
Me equivoqué TRES veces al escribir los datos en el bauche de depósito.
Luego de esperar que pasaran las 52 personas que serían atendidas antes que yo, pasé a taquilla y la joven que estaba allí me hizo reescribir DOS veces el bauche (Por detalles que - a mi parecer - son bastante ridículos a decir verdad).
Estoy muy segura que las otras más de 100 personas que continuaban en espera notaron el desastre de mis intentos y probablemente pensaron: “Pobrecita, no sabe lo que hace ¡Está súper enredada!”.
Creo que en el fondo quería echarles la culpa a los dirigentes del banco porque justamente me tocó rellenar unos bauches “provisionales” que estaban dando solamente ese día, y sí, pagué la novatada... Pero, la verdad es que me equivoqué, y lo hice CINCO VECES.
MI PUNTO: No importa cuántas veces te equivoques, lo realmente vital y conveniente es que corrijas el error y sigas adelante… OJO, aun cuando todos piensen que no sabes lo que haces con tu vida y ya deberías desertar, te puedo asegurar que ¡Sí puedes! Dios nos hizo vencedores. (Ver: Rom. 8:37)
¿Lo bueno? ¡Puedes lograr cambiar las cosas!
¿Lo malo? ¡Si no haces nada, seguramente te tocará rellenar una y otra vez el mismo bauche! (Tómenlo en el sentido figurado/ o espiritual jajaja)
Y es que, ¿Cuántas veces podemos tropezarnos con la misma piedra y seguirle llamando “error”?
#WhateverCarla
