Hace unas semanas fui al aeropuerto internacional de Maiquetía (Venezuela) para despedir a mi mejor amigo el cual saldría del país…
(Suspiro). Bien, aunque el tema de la partida de muchos jóvenes debido a la falta de oportunidades y superaciones en este país son un temazo, de eso no voy a escribir por ahora.
Llegamos - digamos que - a “buena hora”. El vuelo salía a las 2:00 de la tarde, y a las 10:00 de la mañana ya estábamos en el aeropuerto. Quizás fue un error, - porque sí, así como sospechas, es obvio que perdieron el vuelo, y sí, él y su familia compraron boletos con semanas de antelación pero entraron en lista de espera porque el vuelo salió antes. Les dio la gana pues -, volvemos, tal vez lo correcto era llegar a las 6:00 de la mañana, ya que ocho horas de anticipo siempre son bienvenidas en el mismo. (Nótese la ironía).
En fin, todos los fulanos trabajadores, equipo de seguridad y otros, estaban al parecer más atentos que nunca (no sé si quizás ese día salía el paquete de droga por Air France pero al final les cambiaron la fecha). El asunto es que, reiteradas veces muchos tienen una sensación de precaución en los aeropuertos como si uno mismo fuese un criminal a punto de ser descubierto. Cualquier movimiento parece sospechoso, y pareciera que nadie creyera en nadie - porque hasta para preguntar se duda, no sea que nos hagan perder el vuelo y entrar en una lista de espera eterna -.
Si has viajado por el aeropuerto nacional o el internacional de Venezuela, acertarás en que lo que digo es real, o quizás nunca lo habías visto de esa forma. Sin embargo, ¡es cierto! y así nos pasa en la vida. Tenemos esa sensación de alerta por el camino y dudamos de todo aquel que llega a acercase a nuestras vidas, aunque lo que más pedimos es confianza.
MI PUNTO: En la vida nos harán sentir extraños, intimidados, y quizás sea poco lo que confiemos, pero debemos seguir dando pasos. Mi amigo se subió a ese avión sin pensarlo mucho (ya que por quienes fuimos a despedirlo se habría quedado), y así es la vida misma, aun con todo, hay que salir del aeropuerto, tomar el avión sin pensarlo mucho, volar y llegar bien alto. (La idea es que asemejen el sentido figurado jajajaja).
#WhateverCarla
