Cada vez que salgo de mi casa, o voy llegando a la residencia donde vivo - entiéndase: mañana y noche - me consigo a un señor que es muy amable, educado, e incluso vive en un edificio cercano o de paso a donde vivo.
Este señor siempre, es decir, SIEMPRE que me ve me pide dinero. No me exige cantidades, solo me pide dinero. Una ayuda'ita ahí pues.
Yo no manejo mucho efectivo, básicamente porque no me gusta, o simplemente se me olvida sacar dinero del cajero, pero aún así siempre tengo algo.
Resulta que cuando lo veo (a diario) sé que me pedirá dinero, y debo confesar que a veces me ha molestado... ¡No! No me juzgues, y no vengas con ataques de moralidad, porque si te pasara a ti quizás ya ni le saludarías.
Sin embargo, cuando me pide así sea una moneda cada vez que me ve (aunque la verdad yo ni sé en qué lo va a invertir) entiendo y sé que él tiene una necesidad, y ¿Si puedo hacerlo, cómo no lo voy a ayudar?
MORALEJA: No sé cuántas veces te has topado con indigentes, o personas que parecen tener todas las cualidades para ponerse a trabajar y dejar de pedir dinero en las calles - descaradamente -. Quizás conoces muchos casos de fraude, o puedes pensar que es mejor evitar que dicha persona caiga en vicios, porque ¡No! Tú no puedes contribuir con ese tipo de cosas. (Tono de voz: Irónico).
Pero, ¿Sabes algo? Si no ayudas al que lo necesita; estás ofendiendo a Dios. Y si tú me lees y no crees en Dios pues te agredes a ti mismo porque algo sí es verídico en esta vida; lo que siembras es lo que cosechas (Y bueno, aunque no lo creas esa realidad también es bíblica).
Este hombre del que te hablé al principio tiene casa, sí, y quizás también tenga una familia consigo, pero tiene una necesidad, y no me toca a mí juzgar su capacidad o la veracidad de lo que hará con el dinero que le doy... ¡Vamos a ser claros! Tampoco es que tú y yo nos la vivimos dando millonadas al que nos pide.
"El que oprime al pobre ofende a su Creador, pero honra a Dios quien se apiada del necesitado". (Proverbios 14:31)
#UnPoquitoDePorFavor
